“Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos se ha acercado".
Qué mensaje tan sublime y preciso fue el que trajo el Mesías Yeshúa a esta tierra. No fue sino a las ovejas perdidas de Israel a quienes vino primeramente con su mensaje fundamental:
Mateo 4:17 “ Desde entonces El Mesías comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”.
Porque sin ese arrepentimiento no podremos ver la Gloria de Dios ni entrar en Su Reino .
Muchos se quedan en vidas tristes amparados en un falso orgullo y en no querer reconocer que hemos pecado delante de Dios de tal forma que nuestras vidas han llegado a ser un desastre, un fatal desastre, con la infelicidad subsecuente.
El Mesías trajo la solución a nuestra amargura, que tiene su base en nuestro arrepentimiento.
Si nos arrepentimos y nos volvemos a El, podemos retornar a la verdadera fuente de la felicidad que es Dios mismo, reconciliados por medio de la sangre del Mesías, porque nuestros pecados establecían una separación irreconciliable con Elohim. Sí, nuestras transgresiones a la Torá , a los mandamientos de Di-s nos han tenido y tienen a gran parte de la humanidad sumidos en la infelicidad, la desgracia y el quebranto; pero basta un corazón humilde que crea en el Mesías Yeshúa y le confiese como su Señor, Adón y Salvador, arrepintiéndose de sus maldades y faltas a la voluntad del Altísimo, confesando sus pecados en su oración al Salvador. Allí opera el sacrificio del Cordero en el madero, Quien fue crucificado como expiación de nuestros pecados, perdonándonos y regalándonos la vida eterna, El es la puerta del regreso al Dios Eterno y a nuestra verdadera felicidad.
Que el Altísimo te ilumine.
Shalom.
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